Y cuando las cosas se ponen difíciles...

... siempre estas tú para ponerle una sonrisa a la vida.

Hace tan solo unos días teníamos la esperanza de obtener un trabajo, pero aun no han llamado y cada día esas esperanzas se viene y van.

Llevamos dos meses en Southampton, no sabría como describir esta ciudad, tiene mil y un rincones encantados, las calles albergan vida y a pesar de que el tiempo cambia cada dos por tres, es un ciudad tranquila en la que poder vivir...

¿Cual es el problema? El tiempo.

 Cuanto más tiempo pasa, menos posibilidades tenemos de quedarnos aquí. Sin trabajo, alquilar un piso/habitación es un riesgo: deposito, estancia mínima de seis meses, precios por las nubes, rutas imposibles... Este viernes se nos acaba la habitación en la que estamos y sin saber aun si van a darnos ese trabajo en el hotel... ¿que hacemos?.¿Nos vamos a casa con la derrota encima de nuestros hombros? ¿Nos quedamos y nos arriesgamos a malvivir en algún hotelucho barato? El dinero no se estira ni nace de los árboles y cada día lo vemos más complicado a la hora de hacer la compra...

La vida no nos lo pone fácil y a veces nos sentimos entre la espada y la pared... Son tiempos difíciles para los soñadores (ains!! mi querida Amelie que bien nos comprendes).

Valor, una sonrisa, esperanzas son palabras que cada día nos empujan a seguir pese a la realidad en contra.

No sé cual va a ser nuestro siguiente paso, pero sea el que sea, NUNCA BORRARAN ESTA SONRISA DE MI ROSTRO.

Un saludo!!!

Sin ganas de luchar.

¿Y donde esta esa chica que sonreía y nada le abatía?

¿Donde esta su risa y sus ganas de luchar?

¿Acaso se ha rendido ya?

¿Donde están sus sueños y su ilusión?

¿Los habrá escondido con llave en el cajón?

¿Acaso debería buscarlos en su imaginación?

La chica se siente triste, no tiene ganas de luchar.

Por sus ojos no se asoma la alegría, están mojados como el mar.

Su sonrisa se esconde entre amargos suspiros y sollozos. 

La vida le pone pruebas que no sabe como superar.

Se siente sola y abatida, solo quiere llorar.

Marta

CONTINUAR...

La brisa suave del verano de Southampton me acariciaba el rostro mientras contemplaba desde lo alto de la torre, la magnitud de aquel transatlantico de la Royal Caribbean. Que cantidad de sueños cumplidos y aventuras por realizar estaban sucediendo en aquella ciudad flotante, mientras yo soñaba todavía despierta con encontrar mi lugar.

Baje las escaleras en forma de caracol y me precipité en un sin fin de pensamientos negativos y aterradores. Sacudí mi cabeza intentado espantarlos, y aunque conseguí que la mayoría se ocultasen entre las sombras de mi mente, el pensamiento más aterrador seguia ahi: "no encontrar trabajo, no poder continuar luchando, no poder seguir adelante, tener que tomar decisiones que pueden provocar división de opiniones entre el y yo... y él... apoyarle para que no se desanime, sonreir para que la montaña no se derrumbe, continuar.

Como adivinando mis pensamientos me acaricio la mejilla y me preguntó si estaba bien. Sonreí y le dije: ¡Vamos a ver el barco!


Fue un paseo hermoso atraves de las ruinas de la muralla que todavía se conserva de la época medieval. "Estaré sin trabajo" pensé, "pero al menos estamos juntos y disfrutamos de los pequeños regalos que nos esta dando la vida". Queria continuar luchando por este sueño que no termina de hacerse realidad y aunque a veces las fuerzas nos fallaban, nos queremos.





Conforme nos acercabamos al puerto el gigante cobraba vida... una leve columna de humo salia de sus chimeneas y un montón de gente corriendo de un lado a otro con maletas hablaban emocionados y nerviosos de lo maravilloso que seria su viaje. Que dicha más grande poder disfrutar de su alegría.

...






Marta