Tengo la sensación de que vivo en otra dimensión y que todo lo que pasa a mi alrededor, ocurre a través de un cristal muy grueso y del que solo proceden ruidos ahogados.
Dicen que cuando el ritmo normal que llevas se ve distorsionado por algún motivo, las defensas de nuestro cuerpo tienden a bajar, es a lo que llaman "respuesta fisiológica por estrés". Bueno, pues es verdad. Llevaba casi 4 años sin enfermarme de un catarro y estos días en el hospital y de arriba a abajo, con el estrés, el cambio de rutina, cambio de dieta, cambio de tiempo... en fin, que he sido atacada por uno y hasta dos virus distintos. Catarro y algo chungo en el estomago que no sé ni quiero saber lo que es.
Parece que en este mes se han alineado unos cuantos planetas y han conseguido que todo lo que podía pasar en este año se concentrase todo en estas ultimas 4 semanas. Si esto va a ser así en lo que resta de año, creo que voy a coger un transbordador espacial y huir a algún planeta muy muy muy lejano.
Cuando la muerte esta tan cerca que hasta parece que te persigue y te la encuentras en cada esquina, empiezas a plantearte un montón de preguntas absurdas y que al final no hacen más que ocasionarte dolor de cabeza. Los médicos por un lado, el dolor por el otro... como si no fuese ya suficiente verlo todos los días, ahora hay que ver a un montón de gente más enferma y en sus ultimos momentos.
Dicen que el futuro laboral está en el cuidado de las personas mayores, que dentro de unos años va a haber un montón de abuelos a los que cuidar y ver morir. Siempre me he considerado una persona fuerte y creo que siempre he tenido una sonrisa amable y amarga para ocultar al torbellino de sentimientos que me remueven las tripas y me hacen tener ganas de llorar día sí y día tambien. Sin embargo, nunca me ha gustado ver a la gente sufrir y aun menos a gente sufrir por culpa de una enfermedad, por eso nunca me planteé estudiar medicina o enfermería, creo que me gusta más la psicología por el simple hecho de dar, o intentar dar respuestas a todas esas inquietudes que alguna vez han saboteado nuestras mentes. Me gusta ayudar, pero sabiendo que puedo hacer algo, pero ver a alguien que se apaga cada día y que yo no puedo hacer nada, sólo sonreir...
Creo que por eso mis defensas se han venido abajo. Eso, y el hospital lleno de virus pululando a sus anchas por los miles de pasillos y habitaciones, corriendo libres por los conductos de aire acondicionado y atacando a enfermos y a acompañantes que al final tambien terminan enfermos.
No quiero seguir viendo sufrir a la gente que quiero.
Quiero encontrar la solución a esto, pero por desgracia la muerte ya nos ha dado toda una vida de ventaja y ahora, ha llegado la hora.
Marta
No sé qué es lo que pasa Marta pero te mando un abrazo chillao y mi apoyo para lo que quieras, si necesitas hablar o lo que sea aquí estoy. Por desgracia la primera foto la conozco mucho, y sé de lo que hablas, de hecho la semana pasada y parte de esta he estado allí. Biquiños!
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