PUERTAS ABIERTAS

Cuando eramos niños nos entreteniamos todo el día con cosas tan extrañas pero a la vez tan significativas para nosotros. Todo era una aventura!

Despertabamos por las mañanas imaginando que nuestras madres nos habian preparado para desayunar esas montañas de hot cakes que salian en los dibujos animados y a pesar de no ser asi, nos divertiamos pensando en lo mucho que sufrian los cereales al ser atrapados por la terrorifica cuchara que los introducía en nuestras fauces! Ah! como molaba!!

Los juegos en el recreo, persiguiendo a cualquiera que se pusiera por delante, dando collejas o recibiendolas, lanzar bolitas de papel con las fundas de los boligrafos... ¿sabeis que ahora existen lapices tirachinas? Si!!! los vi el otro día en una papelería!! En mi infancia hubiera arañado, pataleado y gritado hasta la saciedad por uno de esos.

Llegar a casa y merendar frente a la tele viendo todos los dibujos que ponian y el berrinche que haciamos cuando nuestras queridas madres nos llamaban para hacer los deberes... ah... si, a partir de ese momento el día iba perdiendo, habia sido fantástico, emocionante... pero ir a hacer los deberes significaba que dentro de unas horas estarias en cama. Y si, al menos para mi, ese era el peor momento del día. Intenaba alargar todo lo posible mis horas despierta para no tener que ir a cama y quedarme a solas con la oscuridad.

Y aqui llega lo irracional de los miedos infantiles... "Deja la puerta abierta y la luz encendida del pasillo"

¡¡¡¡¿EN SERIO?!!! Pero cierra la puerta!!! O es que no nos dabamos cuenta de que asi era más facil que entrase alguien? O es que no veiamos que era más probable que viesemos las sombras de algun monstruo que se acercaba babeando por el pasillo con la intención de chuparnos TOOOOOODA la sangre?

A mis 25 años, yo Marta, sigo teniendo un miedo irracional a la oscuridad, pero ahora CIERRO la puerta, no vaya a ser que los más profundos e intensos miedos de mi vida entren si dejo la puerta abierta!


Que tengais buen Martes!

Un saludo!

Marta